EL PROYECTO

La recuperación de un edificio muy degradado.

El proyecto de restauración fue diseñado por Ángel Borrego Cubero.

Cuando el promotor y los arquitectos encararon el proyecto de La Carbonería se encontraron con un edificio altamente deteriorado. Las fachadas y la cubierta presentaban un avanzado estado de degradación por las numerosas intervenciones deficientemente realizadas y los efectos acumulados de la meteorologia y la falta de mantenimiento. El patio interior del edificio había sido ocupado por pequeñas construcciones que no se habían contemplado en la estructura original, mientras que los tramos de escalera originales de la fachada posterior que conducían a las viviendas habían sido demolidos. Los grandes huecos que conformaban la cuarta fachada, orientada al antiguo Camino de Ronda, habían sido tapiados y modificados para acoger ventanucos de cocinas y baños. El diseño original del edificio había quedado completamente tapado y reducido.

Obras para revelar y recuperar la estructura original

Un proyecto que restaura y realza el diseño original.

La Carbonería consta en el Catálogo Municipal como Bien de Interés Urbanístico con Nivel C de protección, quedando protegidas sus fachadas y volumetría originales, junto con la prohibición de construir remontas o cualquier otro tipo de cuerpo añadido. Estas condiciones de catalogación habrían permitido la demolición completa del interior del edificio.

Aún y así, desde el inicio del proyecto se decidió conservar la mayor cantidad de elementos originales o bien su recreación en caso de deterioro irreparable, con el fin de aportar un mayor valor cultural al conjunto. Por ello, tanto en el interior como en el patio posterior se retiraron solo los añadidos que desvirtuaban la unidad arquitectónica original. Asimismo, se mantuvieron los acabados en buen estado, dejando expuestas muchas de las paredes y techos originales para que los residentes y vecinos pudieran experimentar la esencia historica del edificio. Todo ello con el complemento de ciertas obras necesarias para estabilizar y modernizar la edificación.
Los dos elementos principales retirados fueron la estructura de la cubierta, en muy mal estado por las filtraciones de agua, y los muros de distribución del interior de las viviendas al no adaptarse a los estándares residenciales actuales.

Restauración del interior
©Simona Rota
©Simona Rota

Un recuerdo de la historia reciente.

Al inicio del proyecto, la fachada principal aún mantenía el emblemático grafiti realizado durante los años en los que el edificio albergó el centro social autogestionado. Esta, atribuida en varias fuentes a Feo Flip, Penao, Rock Blackblock y Joaquin Vila, y otras obras han formado parte de la historia de La Carbonería, pero la licencia concedida por el Ayuntamiento fijaba que se debían recuperar los materiales originales de la fachada debiéndose retirar, en consecuencia, todos los elementos añadidos.

Como recuerdo de esta relevante etapa de la historia reciente del edificio, el proyecto de rehabilitación ha mantenido pequeños elementos de algunos grafitis especialmente bien conservados en el interior de las viviendas. También se pueden apreciar en el patio los grafitis hechos sobre los tabiques pluviales de los edificios vecinos que, siguiendo el espíritu general de la rehabilitación, se decidió dejarlos intactos.

Graffitti interior, parcialmente mantenido

Respeto por la herencia arquitectónica y el entorno vecinal.

El proyecto de rehabilitación de La Carbonería ha guardado un profundo respeto hacia la herencia arquitectónica recibida, junto con la confianza en que la renovada puesta en valor del edificio y su uso residencial favorecerá la revitalización social y económica del entorno urbano más inmediato.

Recuperación de los arcos originales en la fachada posterior
©Simona Rota
©Simona Rota

Una fachada escondida con vistas a un bulevar inexistente

Desde el inicio se decidió otorgarle a la fachada posterior la relevancia y visibilidad que merecía como testimonio del momento histórico que la originó.

En el diseño original, esta fachada que encaraba al posible bulevar formaba una galería abierta por la que se entraba a las viviendas. Cuando el Plan Cerdà se puso en marcha, esta fachada quedó ‘sepultada’ en el interior de la manzana, la galería fue cerrada por los antiguos vecinos y pasó a formar parte de los nuevos apartamentos subdivididos. Gradualmente, sus aberturas se fueron cerrando, dando paso a pequeños ventanucos de ventilación para dar cabida a cocinas y baños.

Con el fin de recuperar la esencia de la galería original, el arquitecto propuso retirar el núcleo de escaleras y el ascensor del interior del edificio y desplazarlo a la esquina más alejada del patio interior, dando acceso a las viviendas mediante unas sorprendentes pasarelas flotantes sobre el espacio del patio. Una imaginativa solución que permitió la recuperación de la fachada posterior como entrada a cada apartamento, tal y como fue proyectada, además de ofrecer a residentes e invitados una visión del diseño original del edificio en caso de haberse implantado, por ejemplo, el bulevar diseñado por Garriga i Roca en 1862, inspirado por el proyecto de Antoni Rovira i Trias.

Fachada posterior y pasarelas flotantes
©Simona Rota
©Simona Rota

Una cubierta recuperada como lugar de encuentro

La cubierta, plana y transitable, precisaba de una reforma completa. Aprovechando esta circunstancia, el proyecto la reformó completamente como espacio comunitario equipado con una pequeña piscina. En su diseño se puso un especial cuidado en la elección de colores y materiales, buscando su perfecta armonía e integración con el entorno urbano.

La pasarela superior que da acceso a esta renovada cubierta sirve, además, a un propósito estructural: mantiene la estructura de la pared medianera en su lugar, cuya construcción hubiera sido imposible de otro modo.

Cubierta y piscina comunitaria
©Joao Gaudenzi

Sostenibilidad

El proyecto ha respondido siempre a criterios de sostenibilidad. En su misma esencia, supone el reaprovechamiento de un edificio entero en cuya rehabilitación se han restaurado y reutilizado numerosos elementos originales, tanto estructurales como decorativos, y mejorando el aislamiento y por lo tanto reduciendo la huella de carbón del edificio.

Del mismo modo, se ha aplicado una original solución para el aprovechamiento de la energía solar: una estructura escultórica cubierta de vegetación diseñada sobre la pared medianera del patio, pensada para ser soporte de vegetación y generar un microclima más amable, y que refleja y redirecciona la luz natural de invierno hacia los pisos inferiores gracias a unos pequeños espejos.

Para completar el perfil sostenible del proyecto, se han realizado trabajos preparatorios para la instalación de paneles fotovoltaicos en un futuro próximo en esa misma estructura medianera.

©Joao Gaudenzi

Equipo

Arquitecto Líder
Ángel Borrego Cubero, OSS
www.o-s-s.org

Arquitecto Local
Montserrat Farrés Catalá,
mmj arquitectes
mmjarquitectes.net

Director Ejecutivo de Obra (DEO)
Xavier Aumedes, Arrevolt
www.arrevolt.cat

Coordinador de Seguridad y Salud (OCT)
SGS Tecnos SA
www.sgs.es

Project Manager
Ignacio Moro, Moro Ojeda Y Asociados S.L.
moroasociados.com

Constructora
OIC – PENTA
construccions@oic-penta.com
oic-penta.com